La cosmopolita Barcelona se ha transformado en una de las urbes más pobladas del continente europeo. Con su casi seis millones de habitantes, esta moderna metrópoli mediterránea progresa aceleradamente, con un notable crecimiento en el sector de la construcción. En el interior de la ciudad catalana convive la arquitectura moderna, con fabulosas edificaciones que manifiestan su extraordinario pasado.
Al igual que un organismo viviente, los inmuebles de la urbe catalana sufren un proceso de envejecimiento natural. La degeneración del aspecto exterior de estas estructuras requiere de la debida atención y reparación que garantice la funcionalidad y estética del mismo. La rehabilitación de fachadas en Barcelona se ha convertido en un espacio muy competitivo, marcado por las características exclusivas de la ciudad condal.
El deterioro progresivo que de forma natural afecta a cualquier fachada, en Barcelona suele ser mucho más vertiginoso que en otros lugares del territorio ibérico. Y es que el idílico encanto Mediterráneo que rodea a la capital catalana, atenta con la integridad de sus edificaciones.
Ubicada en justo en el centro de dos importantes deltas fluviales, con la costa mediterránea rodeándola, la ciudad de Barcelona posee un clima muy particular. Vientos secos y humedad marina se conjugan para convertirse en una artera receta, que envilece muchas de las fachadas catalanas.
Grietas, desconches, fisuras o filtraciones son algunas de las señales que expone una fachada en Barcelona que requiere inmediata atención. Mejorar la calidad de la edificación, aumentar su valor y seguridad son las principales razones que se deben considerar para rehabilitar el exterior de cualquier estructura en Barcelona.
Claves para rehabilitar una fachada en Barcelona
El primer paso que debemos realizar es el diagnosticar la condición de la estructura. Lo más recomendable es solicitar ayuda profesional. En Barcelona existe una amplia oferta de asesores en reformas, que orientan la tomas de decisiones para rehabilitación de una fachada.
Luego del diagnóstico e inspección inicial de la edificación se deben considerar los trámites legales que han de realizarse para llevar a cabo la obra. Ya sea un pintado de la fachada o un importante cambio estructural, es necesaria la solicitud de una licencia para su realización.
Por lo general este tipo de permisos son otorgados por los ayuntamientos de las localidades catalanas. El requisito obligatorio siempre será la presentación del proyecto de rehabilitación a ejecutarse.
La complejidad de la obtención de estas licencias dependerá si se trata de una obra mayor o menor en atención a su magnitud. En cualquier caso la ocupación de andamios o espacios de la vía pública, siempre requerirán la aprobación de las autoridades municipales para su realización.
Lo más recomendable para el abordamiento realmente efectivo de este tipo de obras es contratar a profesionales con experiencia certificada en este tipo de obras. La inclusión de servicios de interior así como la simulación de la rehabilitación con tecnología virtual son algunos de los elementos que nos indicaran la calidad de sus reformas.
Por último, es de vital importancia la obtención de garantías confiables que aseguren la ejecución de estos proyectos en los términos acordados.